jueves, 2 de junio de 2011

Silencio



El silencio y la indiferencia: dos armas que lastiman más que las palabras más hirientes.

Cuando notamos el abandono, la ausencia, la indiferencia, aparecen fantasías diferentes, nos hacemos a la idea de que ya no nos tienen presente, que algo cambió en sus vidas, que están poniendo el interés en otro lugar… y ante el vacío por la indiferencia, la ausencia marcada, reconoces la pérdida y entonces es cuando entiendes que el amor cuando está presente no admite el olvido.

Sientes una barrera que no ves, pero no puedes atravesar. Es una barrera que ni siquiera sabes si realmente lo es, sólo sabes que quieres ir más allá y que hasta ahora no has encontrado el punto por donde puedes pasar…así que sigues intentándolo. Es un lugar lleno de “¿Y si…?” Es un lugar oscuro, sin luz, sin sonido, sin tacto ni olor ni sabor. Es nada.


Te deja en el vacío, en la oscuridad, en el silencio. Te deja en la nada. Esperando que la locura venga a buscarte o decidas alejarte tú misma y romper tú misma tus ilusiones. Arrojarlas y dejar que se sequen, que se marchiten, que se pudran en el pasado.


Mientras, te vas cubriendo con capas y más capas hasta llegar a convertirte en un ser con una coraza impenetrable incapaz de desnudar su alma de nuevo, incapaz de confiar su corazón de nuevo, incapaz de creerse una nueva ilusión.

La impresión es que el tiempo se detiene, que las horas se alargan y los días acumulan sufrimiento. La sensación de abandono te abruma. Ya sabes que la indiferencia mata y cuando no mata fortalece.


INDIFERENCIA...

Dueles...
Matas el alma...
asesinas mi autoestima...
Tu presencia es como un puñal en el alma....
Como las espinas de una hermosa rosa...

Espinas clavadas ...
solo brota la sangre...
de la herida aun abierta....


Indiferencia....
dueles...
matas el alma...
asesinaste mi baja autoestima....
Me siento como un mendigo
abandonado a su suerte
sin que nadie baje su mirada
a mis ojos sollozantes...


(hechiceradelbosque)