martes, 25 de mayo de 2010

El corazón en crisis

El amor ha sido devaluado esta mañana, los inversores han perdido el interés.
El cariño, el afecto, la pasión… peligran de correr son su mismo destino.

Hubo un tiempo en que soñaba con príncipes azules y finales felices, donde en vez de perdices (que no me gustan) me daba un atracón de percebes y ostras de órdago, regado con un buen cava muy muy frío.

Hoy en día el príncipe me da igual que sea verde, pero eso si, me niego en redondo a creer que la frialdad de los business ha contagiado a la humanidad, donde muchas veces las relaciones que mantenemos parecen ser contratos comerciales y simples transacciones, eso si muy educadamente: -señorita se la puedo meter?

¿Pero que leches cuesta ponerle un poquito de pasión y cariño?

Hay hombres que son más simples que el mecanismo de un botijo, otros ya han alcanzado la categoría de botijo rústico, pero aún no salgo de mi asombro cuando te cuentan historias propias de la era de las cavernas: Llegas a casa después de trabajar, recoger los nenes del colegio, comprar algo para cenar y aparece por la puerta un señor con un garrote en la mano quejándose que aún no esta lista la cena… y lo peor: -¿no habrás ido así a trabajar? ¿Qué se te ve todo?... ya os podéis imaginar por dónde le metía yo el garrote!

La gran mayoría de las veces con un poquito de dulzura y cariño el resultado sería distinto y muchísimo más agradable. Por eso me niego a creer que el corazón esté en crisis.

Es tan sencillo como sonreírle a la vida, relajarte, disfrutar, cuidar de las personas a las que quieres, y dar millones de besos y abrazos que son gratis.

P.D: “Ternura es la pasión en reposo”